Vacío.
Nos quedamos en silencio. Yo aquí, tu allá. Mis lágrimas están contenidas, no puedo hablar. Simplemente siento ahí, justo ahí en mi garganta un preciso nudo que me ahoga tortuosamente en tu plena afonía.
Oh, me estas matando. Tan lentamente que me duele. Tan lentamente, tan sigilosamente que me dejas sin aire para respirar y agua para llorar en completo mutismo.
Oh, me estas matando. Tan lentamente que me duele. Tan lentamente, tan sigilosamente que me dejas sin aire para respirar y agua para llorar en completo mutismo.
Nos quedamos en silencio. Yo allá, ella aquí. La pasión que siento se ve frenada sólo por la amargura del ambiente, la gravedad del momento y el denso aire que me dificulta respirar, es inevitable sentir la fuerza irse de mis manos, de mi rostro y de mi vida. Veo sus ojos valientes e inocentes y aquí estamos, listos para decirlo todo, aunque sea con palabras.
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