lunes, 24 de agosto de 2015

I
Somos amantes. De aquellos que se reúnen en las noches, que se miran a escondidas. Que los asecha la pasión y un amor naciente de lo prohibido.
Somos amantes. De esos que se aman sin decir palabras. Donde los ojos dicen todo, silenciosamente en un lenguaje que no se escucha. Que no se dice. Si, somos de esos amantes que se enamoran, prohibidamente, acechados por el miedo de ser descubiertos.

II
Nos enamoramos. Sin desearlo, sin esperarlo. Sólo fuimos acechados por el, después de varias lunas pasadas. Antes de los besos robados, después de miradas dedicadas en silencios.
Nos enamoramos, con caricias, con pasiones. Nos enamoramos, cuando nunca lo deseamos. Cuando sólo pensamos en lo pasajero que sería esto. Cuando una noche se volvieron dos, y dos, treinta y cinco.

III
Intentamos cometer suicidio, cuando nos separamos. Cuando quisimos ocultar la verdad del corazón. Nos mentimos y las lunas del cielo se apagaron y el sol se escondió, entre nubes, entre noches sin brillo.
Intentamos cometer suicidio, pero aquí estamos de nuevo, con amor acumulado por semanas, desahogándolo con palabras jamás dichas más allá de miradas, recuperando todo aquello y más de lo que creíamos perdido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario