Mi dulce tesoro...Mi Muñeca de porcelana

Bueno, mis queridos y hermosos lectores...me toco hacer un regalo, un regalo de intercambio y esto fue lo que me salio. Un escrito, inspirado en mi pequeña historia "muñeca de porcelana" que ahora relato como un fic. (historia creada por fan). Lo he títulado de la misma manera, y realmente quiero decirles que me esforce en hacerlo! y realmente espero que les agrade. Aquí se los dejo, por que si me gustaría que lo vieran y opinaran sobre el. Los quiero mucho, y espero esten realmente bien!, espero lo disfruten. Atte: Lune-chan.

Estamos aquí los dos, dejando que la noche sea nuestro único testigo una vez mas.
Me tomas y me haces tuya, buscando el mayor placer, pero solamente eso, ya sin rastros , ni siquiera migajas de amor.

— Eres mi dulce tesoro — me dices con aquella voz ronca que antes me quitaba el aire con tan solo escucharla.

Continuas con esas intensas envestidas, en un baile de caderas lleno de lujuria, dejando que los gemidos de placer salgan de nuestros labios siendo arrebatados sin cesar sintiendo cada vez mas cerca el clímax. Te acercas a mi oído sin detenerte en ningún momento y susurras entre jadeos y suspiros.

— Mi bella muñeca de porcelana —  Gimes, intensamente al igual que yo, mientras liberas aquel liquido blanquecino en mi ser con un choque de caderas entre los dos, llegando a lo mas profundo de mi ser. Te detienes, dejando que tu cuerpo caiga contra el mío estando los dos bañados en sudor, sintiendo como tu aliento acaricia mi cuello tratando de controlar mi respiración totalmente descontrolada ante tal acto que ya, en nosotros era costumbre.

Tomas una gran bocanada de aire recuperándote poco a poco, apoyándote en  tus brazos para ya no dejar todo el peso de tu cuerpo contra el mío y poder mirarme al fin a los ojos, en los cuales se ven reflejados el vació y una inmensa tristeza. Noto tu mirar y te sonrió, de la misma manera que mis ojos te ven mientras unas suaves y dolorosas palabras salen de mis labios en un susurro.

— No me mientas por favor…No mas — Te quedas estático, sin quitar en ningún momento tu mirada de la mía. Sigo sonriendo, dejando que un pesado suspiro salga, junto aquel nudo que se a formado en mi garganta para poder proseguir.

—S…se bien que me miras como una m….muñeca — Digo con suavidad volviendo a suspirar y seguir — Pero ya no como tu tesoro, eso deje de ser hace mucho tiempo. Conmigo solo juegas, cada noche…solo utilizándome en busca de placer.

De una u otra manera y se muy bien...que la culpa ahora te carcome por dentro. 

Te miro fijamente, volviendo a sonreír suavemente, recordando como cada noche desde hace un mes solo jugabas con mi cuerpo, con esa extraña mezcla de crueldad y sutileza. Deshilando y lastimando mi fino cuerpo hasta destrozarlo por completo. Tu bien lo sabes, pero de nuevo por tu tonto orgullo tratas de negarlo. Pero...¿cómo? No se puede negar esta verdad por que es imposible. Te acercas a mis labios, tratando de besarme pero mis dedos son mas rapidos y evito el contacto. Nuestros ojos se vuelven a encontrar perdiéndome por un momento en los tuyos, en esas perlas negras tan distintas a las mías. Salgo de mi trance y con un suave movimiento de cabeza en forma de negación te vuelvo a susurrar.

—Y…ya no soy mas…T…tu muñeca de p…porcelana — Me miras de manera perdida, sintiendo ahora tu cuerpo aun más tenso que antes mientras ese nudo en mi garganta vuelve ha aparecer. Una traicionera gota salada abandona mis ojos, deslizándose por mi mejilla, cerrandolos lentamente suspirando.

— Tu amor por mí esta marchito…Y…al igual que el tuyo el mío se destruyo…Madara…nuestro hilo rojo ya deshilado está.


las palabras flotan en el aire, mientras somos iluminados por la Luna, por última vez...esto termino, como el invierno que con todo llega a su fin....